29 de abril de 2017

K2

kirpal, kirpal, kirpalamar

Hay lugares que se quedan en el corazón para siempre, eso me sucede con kirpalamar, la finca donde estudié los 3 últimos años del colegio, allí conocí personas estupendas, algunas de ellas aún cerca, fui feliz muy feliz haciendo cosas que en Bogotá no disfrutaba tanto, encerrada y sola como casi siempre he sido... allá leí, escribí, caminé, nadé, medité, jugué ping pong, baquet, voleyball, futbol y hasta canicas, monté bici con Va en la piscina, subí tejados y pergolas, a escondidas monté a caballo, escapé a jugar tejo en la cancha de la curva y a conocer la lambada una noche de colegio, el bar de la última esquina del pueblo conservador que es Arbeláez.

Los atardeceres de quininí y las noches de luces en fila por el trancón en chinauta, me las pasé haciendo grifos en la carretera de bajada, viendo desde lejos el espectáculo de luces que podía ser una tormenta, todo de cuento, todo de hadas, fue hermoso el finde pasado por volver a recorrerlo, silencioso y en recogimiento, el kirpalamar de siempre, ahora solitario.

También fue bonito reconciliarme así con mi lado espiritual, con el salón de meditación, conmigo misma en constante tracuteo, hoy vuelvo a Subachoque y dejo que mi corazón estalle de emoción al pensar en cuanto puede una cambiar en un momento.

El lado oscuro de este cuento es que se han perdido los valores, el principio fundamental de todes semes les mismes, disuelto en rectores foraneos, en clases de espiritualidad dictadas por cualquiera, y sin embargo la semilla intacta, fertil, amorosamente cultivada,  de un preescolar robusto, me detengo aquí.

Soy la hija díscola del mundo que conozco, y le doy cuerda al sueño de que un día tal vez todas las diferencias se valoren y comprendan, mientras aquí estoy amaneciendo de sábado, siempre pensando en cosas que para mi son universales como amar, que para el mundo es de lujo; pierdo el hilo por pensar en ella y mi eterna búsqueda del amor en cada una; se convierte en una papa frita, en Suecia, varios años antes de que la dragona me penetrara el coco.

Cuantos caminos se viven para hacer la vida, desde el momento en que se respira hasta aquel en que se deja de hacerlo.


https://youtu.be/YR5ApYxkU-U

19 de abril de 2017

libre al fin

pasó estando en turmequé que me llamaron para llevarlos a tota los del queer teatro, y fue bonito pensar en que iba a verla, supongo que lo que me hace feliz de esos amores imposibles que tengo, es imaginarme todo lo que en realidad no sucede, luego, cuando estando frente a la nacho me dijeron que no iría, se me salió el ombligo, pero pensé que mejor así, ya sabemos que no me quiere como yo quiero que me quiera y prefiere el silencio a herirme, digo yo, aunque sea eso lo que mas me toque; eso y los celos que me produce pensar que ame a alguien que no soy yo.

cuando me di la vuelta y era ella, con su florecita en la cabeza pensé que Dios me premiaba a veces con sorpresas del corazón y no es que al ver el retrovisor se me pare el mango o ella me pare algunas bolas de vez en cuando, esa sensación que a veces tengo en el cuerpo cuando la tengo cerca... m provoca.

de pensar que todo fuera posible, de imaginar una casa en bosa, un tiempo que no se parezca al de ahora, porque r me haya mostrado desde venecia la suya en señas, y me recordara la vieja idea de tiempos de m, la moni de la perse, una bogotá que nunca habría conocido de no ser por... (lo que amo de mi trabajo es eso, conocer lo que de otro modo jamás habría sido).

bueno, pero volviendo a tota, y los plantes y desplantes, el tiempo taciturno de sentirme blue, la cosa terminó el martes llena de buenos deseos y la despedida en minutos, de alguien que no llamará.

14 de abril de 2017

Unos días en laural

viene a mi cabeza el suave rumor del amor que no fue, de nuevo en la cama a la hora de meditar y no me concentro, sólo pienso en la última vez que estuve aquí, parecen una eternidad todos los sucesos desencadenados en una sola noche... y luego resulta que la vida ha dado vueltas y he regresado de los días en laural, con la perspectiva de al menos verla, tonta de mi que pierdo la cordura y en medio del preludio, de mil modos distintos me imagino la escena, afectan en el medio los mensajes en entropia que causan les demás humanes, sonrío con el propósito de poner los dedos sobre las teclas, para al fin dejarme llevar por la clarividencia.

suena en mi mente su presencia, la de todas, vienen también m y s con la pregunta que aún no respondo, y me retumba el torax.





8 de abril de 2017

relajada y sonriente

Entra en mi cuarto la luz partida por los palitos de la persiana, mientras yo, recostada en la cama escribo relajada el primer sábado de vacas en semana santa; salgo en un rato para Turmequé con S y R, mis familiares mas cercanos después de mi hermana y mi sobrina a pasar 5 días en la finca.

Ayer, me encontré en una curva del camino a f mi amiga de hace tieeempos y hablamos levemente, mas tarde fui a comer con la querida elefanta, repetimos italiano del segundo piso, luego fuimos a un bar de electrónica en el centro y fue relajado y feliz, para empezar las vacas, volvimos a casa temprano, fue tierno verlas a ambas...

es tierno estar aquí sumergida en mis amadas cobijas, sonrío, es un día feliz en una semana que pinta feliz...




2 de abril de 2017

del centro al salitre en guasca

hoy fue una de esas madrugadas de recoger meseros en guasca, un camino de asfalto, lluvia, silencio y recuerdo por ser el sitio al que la llevé esa noche inolvidable, la misma senda por la que conversamos lo divino y lo humano, la quise tanto esa noche interesante.
desde el día en que la lluvia me mojó la camisa blanca no la veía, aunque fui a la obra sabiendo que estaría, cuando salió a escena (que fue solo un ratico) se me detuvo el corazón, al final cuando la gente estaba por todos lados, pasé al lado de su hija y no dije nada me di cuenta a penas y aunque pensé saludarla, dejé así.

Dejar ir es dejar venir, dicen, y hasta cierto resulte, pos la cereza del postre fue que esperando a las del baño, me saludó la niña de los cachetes que al parecer ha bajado de peso por que se dejó con la chica con la que andaba, me sonrío y  un poco me relamo, aunque ya sabemos como son las cosas en mi corazón confundido y esperanzado, que nunca esta en un solo lado, al fin y al cabo, ya pa que.

hablando de paqués, la llamé a chu, que al fin contestó y fuí feliz muy feliz de hablar con ella un rato.


La sandía y los aguacates

Hace años, cuando fui a visitar a mi hermana a Gotemburgo, me admiré de ver cuantas frutas y verduras eran importadas, en ese tiempo años 80...