7 de abril de 2020

sueños raros

me levanto convencida de que no puede ser coincidencia, tres días seguidos con sueños raros que me despiertan, el primero ocurrió en compañía de mi mamá, que me quiso dar algo y en el momento en que me lo entregaba, desperté, otro tuvo que ver con insectos y uno de ellos, que no conocí, sólo de el el huequito que dejó en mi piel y la sensación de piquiña por el veneno infiltrado me despertó, ahora me acompaña en el brazo.
El sueño que me despertó hoy, fue el más raro, bar de mujeres en un segundo piso, al que llegamos con los músicos, al rato ya estaba yo por allí farreando sola dando vueltas, siendo el relleno, voy a la barra y no me atienden, no encuentro gente, me siento rechazada, bajo las escaleras y cuando llego a la calle y siento la necesidad de llorar, despierto.
será el encierro? 

5 de abril de 2020

la nube

Una nube no es nada palpable, es un cúmulo de agua condensada que en el momento propicio se esparce sobre el territorio, y sin embargo es todo, es parte fundamental de la vida en el planeta, el riego que da de beber a los seres que le habitamos.
Ahora en mi vida cuarentena hay una nube llena de música, de sol en las mañanas, de despedida en las noches, cuando el netflix ya me tiene parpadeando largo, cuando la vida es esa siempre igual despedida, esa igual mañana soleada de domingo.
entonces la pienso en los intermedios, cuando vivo, cuando me sumerjo en la pantalla con sus comas y puntos, con sus corchetes de hacer páginas y páginas.

hoy le dí estos buenos días
https://www.youtube.com/watch?v=gjRLbzxz_3Y

y un grillito!

La sandía y los aguacates

Hace años, cuando fui a visitar a mi hermana a Gotemburgo, me admiré de ver cuantas frutas y verduras eran importadas, en ese tiempo años 80...