11 de abril de 2022

medios de transporte

oigo a Amy 

 

Volver al transporte público ha sido toda la aventura que solía en mis años mozos, aquellos del colegio oficial en el que colgaba de buses y busetas como racimo de bananos, quedaba detrás del palacio liévano en el centro de la Bogotá de 1984, yo tenía 12 años cuando andaba en esos trotes. 

Hoy de un modo menos rudo, he vuelto a explorar calles desconocidas a pie en forma de camino, ahora al trabajo, la 5ta y la circunvalar al sur, la sexta, la 68, américas en trasmi, trasmi por la decima al sur, en sipt, caminando hasta la primero de mayo, en el busesito rojo que tanta curiosidad me había causado en los caminos al sur del departamento, Arbeláez, Mesitas, tantos viajes saliendo por Soacha, en el corsa por las calles que usaba en laura alcira para llevar oficinistas.

En ésta vida he andado un montón de calles, aquí y en otros lados, como esa incursión inolvidable a comprarme un walkman en el centro de París, sólo con mi mapa y mi chaqueta más otoñal que de invierno, entonces me caían caspitas en el hombro y era la primera vez que me nevaba encima o la calle costeña donde la pisé sola por primera vez, escapada de la cuna desconocida, polvorienta, en mi adn. 

He vuelto a las madrugadas de 5 am a buscar bus en distintas calles aledañas a las torres donde vivo, como cuando salía de niza a clase de 7, a la u en el E43: hasta con la pata chueca he andado estos andares, de humildad, de afecto, de irme entendiendo a mi misma a todas horas y en todos lados, sola por la calle, que graciosamente dos costeñas en distintos tiempos me enseñaron a vivir sin miedos.

La una en Barranquilla, sin enfadarse al alhago no deseado, la otra en mi primer viaje de 2 am a recoger meseros si vas en bien, no importa la hora del día o la noche. 

Hoy estoy de asueto, en casa ya no las vacas largas de semana santa, ya sin escolares, escuchando covers en un nuevo parlante liviano y de larga batería, pienso en el desayuno, ir de compras o comer pancakes y mango... 

Las elecciones se acercan y pienso en Francia, en la persona y en la ciudad, luego de ver una peli in between, como es la vida, que en un momento puede llegar a ser muy diferente, como ahora, que se mueve a ritmo de los carros soñados, de manejar este o aquel, razón por la que empezó la gana de escribir hoy... 






La sandía y los aguacates

Hace años, cuando fui a visitar a mi hermana a Gotemburgo, me admiré de ver cuantas frutas y verduras eran importadas, en ese tiempo años 80...