A veces ni yo misma me entiendo, me pides que al menos me despida y estoy segura de haberme derretido si te hubiera abrazado, pensarás que estoy loca, porque de la noche a la mañana me obligo a cerrar el conducto que llena de energía el mango con respecto a tu papel en mi vida actual.
Ha sucedido un sin fin de pensamientos y concatenaciones, cuando pienso que no habrá mas filtraciones por ese ducto, me detengo a mirar la escena encharcada y me siento marrana, esa persona que sin darse cuenta termina haciendo un montón de cosas por una vana ilusión que al final se esfuma, y yo que camino sobre la cuerda floja de mis sentimientos exacerbados por el deseo y la imposibilidad de hacerlo realidad me dejo para el recuerdo un pequeño beso en la mejilla.
No quiero contacto físico, no ahora que mi piel se ha hecho cicatrices de tantos mordiscos, no ahora que hay lágrimas en mis mejillas y la sensación de mierda bajo la risa malvada de la funcionaria, el mundo sigue dando vueltas y yo en el, metida en un carro prestado, soy la conductora, pare de contar.
y sí... los días felices a veces amanecen nublados. mejor alejarnos del lesbodrama, total aquí nadie siente nada.
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