29 de agosto de 2019

al comienzo

Por la sombrita mijita, decía mi abuelita, cuando caminábamos por la Caracas al sur del 201 de la carrera 18 23a 25, a una placita chiquita que había antes de llegar a la calle 19, (con los años la busqué pero desapareció por ser tan chica, pero sobre todo, por alguna ampliación de la vía, que ha cambiado mucho desde que yo era una niña).

en todo caso, teníamos que hacer el viaje con paradas porque ella se cansaba mucho; yo siempre perezosa las agradecía muchísimo y no entendía porque nos tomaba tanto tiempo de regreso que de ida, en la ley del menor esfuerzo posible, excepto para bailar, aunque hace tiempo que no muevo el esqueleto.

hoy fue mi primer día de cole, ya no viaja con nosotros a, mi chico favorito, pero hoy, varios días después le di una jet, porque quería una mona.

https://www.youtube.com/watch?v=NrRhCHQVFnA

de la mona de a a la perdida de la dirección en la nqs, dos niños a bordo.

al final del día...




todo sale bien decía mi mamá.

2 de agosto de 2019

corazones fallidos

empecé a pintar corazones por un compañero del liceo que me encantaba, lo que mas recuerdo de el, es que tenía una firma, yo pintaba corazoncitos en mi cuaderno, mientras lo miraba, hasta que la bruja malvada de las botas altas me hizo pasar un oso frente al salón por ellos, yo estaba en cuarto, el estaba en quinto.

luego me enamoré de m, un chico rubio con el que jugaba en el bosque de pinos, el mismo bosque donde una m me besó, y fue mi primer beso en la boca, antes de ella, nadie había tocado mis labios de esa manera y ninguna mujer los volvió a tocar así hasta la noche en que me rumbié con l en un bar de la 19 con cuarta o quinta y supe que había llegado el día feliz en que me llamara lesbiana.

desde ese día a hoy tuve 3 novios, el primero llamó a su hija por mi nombre, aunque no nos hemos visto desde el día en que se acabó nuestra relación, no pasaba yo de 15 años, los otros dos, son mis amigos gay más antiguos, jl y el parce.

mujeres en mi vida, no tantas como quisiera, pues suele sucederme que me gustan las que no me paran bolas... como los corazones de Arturo.

La sandía y los aguacates

Hace años, cuando fui a visitar a mi hermana a Gotemburgo, me admiré de ver cuantas frutas y verduras eran importadas, en ese tiempo años 80...