14 de noviembre de 2007

Lesbiana de camisa a cuadros

Una exnovia de una amiga mia escribió un guión de lesbianas en el que una de las protagonistas se dedica a las labores del campo, muy macha anda en camioneta y su característica primordial es que usa camisas a cuadros.

Eso me causa gracia porque hace años que me visto del mismo modo, una cosa ha llevado a la otra y debido al pie grande, a la algodonés de la tela y a lo ancho de quien escribe, siempre he usado ropa más de hombre que de mujer, lo que ha incluido por supuesto, camisas a cuadros.

Mi madre lo criticaba disimuladamente en los 80 cuando los blue jeans rotos en la rodilla, los convers, las tirantas y el sombrero eran mi sello distintivo, chambilo, como no hablar del pelo cortado en un pasaje de la 63 donde no costaba mas de 2000 pesos, sin permiso de ella misma… upale, que fogonazo de memoria.

Bueno, el caso es que el otro día estuve mirando mi guardarropa y me acordé de algunas prendas que han marcado mi vida.

Pantalones, camisas, bufandas, gorras, la franela de debajo que de tanta utilidad fue en Europa; los cucos tipo abuelita que nunca fueron impedimento para la conquista, y los amo porque sostienen la barriga; las camisetas rojas las de rayas, la de Bolivia con su dibujo indescifrable y las de los dálmatas que fueron tantas; la camisa azul que me recuerda a la australiana y al sofá de antes. ;)

Pero sin duda las más usadas, las siempre actuales, han sido camisas a cuadros, las he tenido de rosado y negro en los tiempos de falda volantona, las he tenido en un algodón motoso de lo más sabroso al tacto, de clásicos azules y rojos, escocesas, de pijama, de tela de mantel y más de saco que de camisa…

Decía mi profe el de la proxémica que había mentes tan cuadriculadas como sus camisas, cuando puyero me instaba a mejorar en algún aspecto específico de la realización audiovisual, no se que razón haya tenido.

Y hablando de cuadros… vuelta otra vez a la edición.

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