23 de agosto de 2022

DN 08 22 2022

Te conocí en un taller de la secretaría de cultura, por ahí en 2006 o 2007, enpezamos a parchar por Conspira, que se gestó en la sala del 904b, fui contigo en el corsa al closet de la calera y ahí supe que no te tomabas un trago, aunque ejercieras la profesión mas antigua del mundo que yo pensaba debía contener todos los vicios juntos. Uy, me trajiste de cumple una streeptisera, nos conocí en ese entonces, cuando te ganabas unos pesos frente al hotel santafé, nos hicimos amigas por eso, porque yo había crecido en ese barrio, antes que llegaras, 1988 como a los 18 me dijiste, haciendo cuentas, menos... habías vivido en Medellín. Hablabamos mucho de nuestras vidas, del parque de la independencia y el grafiti del 28 de junio que hubo en la enramada del carrusel antiguo, años 70, tus calles y mis calles del santafé, del centro. 

Tomabamos onces algunas tardes o caminábamos por la 19, me acompañaste a mil vueltas y me ayudaste en otras tantas, así despelucada o en pijama con la taza del café en la mano, te subías y vamos; te enchutaba los casos que me llegaban y yo no sabía resolver, tuvimos discusiones serias y otras de relajo, cuantas veces en este mismo cuarto tantas palabras, arreglaste un día el lavamanos, sigo sin tener idea... me acuerdo cuando supe lo de tu primer beso, con mi socio del café espirituoso, ayer supe que 10 u 11 años, una de esas vueltas de la vida que nos tienen a seis grados de separación, aunque ustedes estuvieran en curramba, misma infancia, misma cuadra, la molestaban mucho dijo el millo en el chat de la mañana.

Los zapatos del laburo me los diste en un cumple cuando mi mamá ya se había ido, hoy me los voy a poner: en tus zapatos guerrera, como guerrera fuiste en las lides políticas y entonces recuerdo ser tu jefa de debate en santa fé, y el video del edilato, cuando ninguna de las dos sabía de política, tu más que yo, sin duda, amiga. Ayer leía a gente escribir de trans y puentes, contigo estuve recogiendo personas bajo el puente, por la carrilera, en el parque, oh de la vez en que fuimos con Piedi a tratar internas en un refugio distrital cerca al san andresito...

Nos distanciamos por un chisme y una denuncia penal, en la que no quise involucrarme, hasta que me habló Charlotte, que estabas enferma, me costó ir, y le agradezco propiciarlo, hablamos de la vida, de la muerte, del perdón, de la ira, nos dimos silencios profundos y risas pícaras como la que recordaré siempre...


la trevi

18 de agosto de 2022

Viaje en bus a Arbeláez

La primera vez que fuí en bus a Arbeláez tenía 16 años, llegamos a la esquina de la panadería estrella mi mamá y yo a preguntar como ir a Kirpalamar desde ahí, bajamos caminando esa Colina hasta llegar allá y cuando entramos a la finca me llamó la atención la palmera de la primera glorieta, antes incluso que el tapiz de flores que siempre cuento con nostalgia; en ese colegio iba a estudiar desde 1989 hasta 1991 y venía del Bertrand Russell, mi espacio de nacimiento al movimiento revolucionario desde la conquista de la felicidad. En ese momento no sabía de las 100 curvas entre la shell y el pueblo, ni como llegar a la casa de la costurera y de allí a la de la música que me contó como llegar a la funeraria, luego nos abrazamos en el salón de meditación, colofón del paseo a la nostalgia.

Disfruté desde el trasmi 47 hasta el momento en que escribo como si fueran muchos años antes y de domingo quisiera volver a clase, cuantas veces recorrida esa carretera durante el colegio: todas las horas, todos los medios de transporte y luego, cuando mi mamá fue rectora, cuando fueron 15s, cuando fueron matris, cuando fueron sueros y mente nebulosa, amorosamente compuesta con citronella y altamisa... tantas celebraciones, venidas del Maestro.

Recordados y contados los sucesos de la noche del icopor en Fusa, visto el árbol por hora y el que casi me estampilla, los muy altos que en mi tiempo eran chicos, no en vano han pasado mas de 30 años, el cuarto de milla a 140 antes de frenar y tomar la curva de la virgen, examen de aprendices a conductor, ahora tan minado de huecos, y el sempiterno desnivel casi junto a la shell tan bien arreglado con placa huella y probablemente recién parchado por el color del pavimento.

Fuí por la partida de la amiga Pú, a quien conocí en el cole, cuando compartimos cuarto en la casa de arriba, tantas aventuras, tantos pequeños detalles, como enderezar el cuadro del doctor en la biblioteca del fondo, o quedarnos mirando la vajilla con Aurorita en la despensa ayer abierta a tantos manjares deliciosos, entre croquetas y avenas, entre caldos y tortas que ella nos preparaba con tanto amor. 

Ver, abrazar, sonreir con tantas amadas personas que también acompañaban el momento, a las ausentes ponerlas presentes en relato, estar al pie del cañón con la siguiente generación y preguntar entre risas, quien seguira, porque el partir es la fiesta del regreso, según tanto nos dicen bayanes y satsangs.

Hoy me siento en casa al lado del pote de las fotos a encontrar estas, a ver tantas otras en su paquete de kodak... un instante para recordarlo todo, para decir, después de 5 minutos meditando, lo que hagas, hazlo honestamente, eso es todo.













 
 
 

 

 

 

15 de agosto de 2022

el dia más feliz del día feliz

Ayer pasé frente a la pola con mi hermano menor y recordé el episodio del saco gigante de mi papá en la tienda de la esquina, eso pasó antes de que el naciera, yo supe que existía el m19 en el apartamento que su mamá compartió con mi papá abajito de la u de los andes por esa calle de la Pola, porqué hicieron un comunicado tomandose la RTVC de la calle 24 en la biblioteca, no sé el año.  Por esa época yo amaba a Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolivar. gracias a la tele de domingo en la noche, fue un domingo que pasó eso.

La independencia siempre ha corrido por mis venas y por el camino que he recorrido de ser yo en el espacio y el tiempo que me rodean mientras de canas se me llena la cabeza, las veo con sus chispitas repuntar por toda la cabeza en el espejo que me regaló la tía Saríta y que sigue con su mismo verde... y pienso después de una semana de la posesión y del cuento de la espada que el día más feliz de mi vida, debió pasar antes que naciera, hace 50 años.

Una espada que camina, Un presidente en el Chocó, Un parque liberado al público... retumba en mi hoy el momento tan feliz del domingo pasado, lo rememoro en medio de la limpieza del closet, que me insipra unos nuevos días, unos nuevos aires, un pensar distinto como es que pase todo.

Se han distanciado relaciones importantes en lás últimas semanas, gente que sentía tan para siempre de repente ida, una en dolorosas mentiras: una cosa es cometer errores en buena fe, otra muy distinta hacerlo intencionalmente saboteando. La otra con reconocimiento de la falta de chispa y buueeeeno, nada que no merezca sonrisa y paso del tiempo. 

Estuvo bien conocer a alguien nueva ese día de celebrarnos país, verla una semana después como amiga, sentirme bien por eso, pensar que de repente la amistad es mas poderosa que el amor, o que este tiene mil formas y la incluye, un debate en mi cabeza desde tiempos remotos.

Amor de matria, de femilia, de hija consentida, de mujer con canas, amor que se multiplica y crece y se desvanece y vuelve a nacer, sin materia, en tiempo relativo, como el signo de una vida feliz e indocumentada.

La felicidad son les amigues, son les puebles, semos todes, aquí ahora, con galletas, tahini y tomates, pensando en almuerzo de paquete... en jugo de papaya y fresa, en maíz, arroz, sopa y cubitos de tofú, en ensalada en hora de hacer mercado. 

Soy un día feliz voltenado el cuarto y disfrutando como no hacía hace años de sui, de soda, de otras canciones andantes y ochenteras en un inglés que ahora entiendo y me acompaña, ya estan en el closet los zapatos y di vuelta a las fotos para encontrar la que acompaña este escrito, con todo y la historia de un movimiento, que brevemente se puede leer en el enlace. 

sui generis 1972 

breve historia del m 19


 la camiseta es de 1991 aún no podía votar, pero iba con toda por pizarro. 

Que viva el progreso donde podamos ser libres, felices y en paz.


La sandía y los aguacates

Hace años, cuando fui a visitar a mi hermana a Gotemburgo, me admiré de ver cuantas frutas y verduras eran importadas, en ese tiempo años 80...