14 de diciembre de 2021

Amistad y amor

 


 la venia bendita

Desde que recuerdo ando en busca del amor romántico, lo quería cuando en las conversas escolares me decía a mi misma que debería confesarle a M que lo amaba y en mis poemas hubiera sido capaz de decirlo en un producto de imaginación con número específico, como siempre, que hablaba del primer tatto, o ahora, en esa nebulosa del nombre bota fuego, todo ese montón de chispas de la absoluta fascinación, como? como es posible tener en la cabeza tantas aristas, tantas posibles secuencias, la misma con distintos finales, simil del boleto de baloto; pensar en ella todo el día, incluyendo en la pensada la múltiple de imposibilidades, una niña que me quisiera amar, y la leyenda de un delfín, una leona, un elefante, un águila, tanta mariposa en forma de herradura o de dr martiens; fue bueno cuando al fin me dije a mi misma que quería la suavidad de los labios y no me arrepiento de lo que ha pasado, con todo y que haya habído finales de bloqueo y silencio para las canciones del daddy y de bosé al mismo tiempo descubiertas. 

El recuerdo de las que han querido tocar mis rebordes  y desde entonces están en alguna parte de mi mango y mi morroca, las desventuradas de tabla caida, hasta... la última que me haya besado con la pasión que merecía el momento y las ganas. 

La cosa es que casi nunca hablo de las amigas, que en el fondo terminan en momentos distintos volviendose calorcito constante versus fogonazo de amor cupido (porque aunque tanto ame al final nunca pasa nada) y me quedo para siempre con las que nunca pasa nada y si pasara.

Desahogo aquí lo que siento de ser yo y querer quererlas, pienso en a qué suenan los amores y en a qué las amistades, trato de encontrarle un camino a una tercera via, tarea irresoluta de vivir el momento y conservarlo en tintes rojos, me conformo con la madrugada de la a en la mano y una foto de primos, como un paso siempre extraño, siempre escrito... mi compadre de las pizzas.

me sonrío en medio de la incertidumbre del 19 y cruzo los dedos por un final facil para el dolor y la espera de imaginarla posible.

su favorita

y hasta con bibliografía salí hoy.

amor y anarquía buscaba yo


4 de diciembre de 2021

Mi prima P

Uno grandote con el pico en forma de gancho, el primero que veo con esa clase de diferencia volando frente al carro, una carretera sin conejos con una vegetación que por eso se entienden tantos voladores, una mariposa azul revoloteando al pasar de una cascada por batea me fascina de un viaje mágico, una colombia hermosa y contrastada, desde la carretera, perfecta hasta santa maría, alguien con ella hizo bien su trabajo, luego el de la cola majestuosa y extendida, grabado en la pupila con su abanico bicolor, como el cauce del rio lleno de piedras y la tristeza de saber esas aguas cambiadas de curso y ese curso natural igual imponente en un contraste de ladera de sabana. La extensión del guavio, recordar a la compañera de u  manteña que no hizo el favor de chu, antes por el beso en la mejilla y mi costumbre de no tocarme con las personas, primera vez sentido en una señal de tránsito, una carretera perfecta hasta la tremenda trocha con pasos raros hasta Medina. 

Fue hermoso disfrutar del espectáculo, buenas y lindas las personas, mi prima p, que hasta ahora la mensiono, viviendo en mi vida, con todas sus formas y fechas decembrinas, se acabó el paseo y queda en la memoria con 3 obras magistrales, de como me ha gusta siempre en el escenario, desde el primer aplauso, intrusión a su privacidad en el patio de san josé a su vida en que cada milímetro de la primera obra..

Su marido, cada día más apreciado, los niños, las costumbres familiares, el teatro de tantas veces, tan distintamente interpretado. Lo de la comida, resultó interesante, con el sanduche de cereales ´preparado por el amado hermano, suficiente para llenarme las manos y la gana.

Las condiciones de la visita, el esfuerzo de quien quiere brindar una educación de calidad, el teatro de estaciones y la obra de la noche tan sentida, tan tocadora, que el publico no quería irse, y después de la conversa salimos todos en la foto de Ara.

yo tengo esta


me sonrío una semana después, soy un día feliz.

La sandía y los aguacates

Hace años, cuando fui a visitar a mi hermana a Gotemburgo, me admiré de ver cuantas frutas y verduras eran importadas, en ese tiempo años 80...