Siempre le hizo un juego de lana a los bebés mi tía Sarita, yo tuve el mío y todavía lo recuerdo, hacía de todas cosas con agujas, bolsos, gorros y reformas varias, tengo sus babuchas en mi closet y aunque casi nunca me las pongo, me encanta verlas y saber que me hizo de todos los tamaños que tuve hasta los cuarenta que me miden hoy los pies. también me gusta recordarla manejando o en el consultorio, cuando me daba sus ricas comidas al visitarla, amo los perros por visitarlos en su casa de detrás del colegio, cerca al humedal, cuando la vida era tan sencilla como ir de casa en casa pidiendo dulces vestida de vaquera. mi tía fue luz en mis decisiones importantes y consuelo en los momentos de mayor debilidad, siempre siempre siempre estuvo para mi, con un amor y disposición a toda prueba. estuve con ella siempre que pude en sus tiempos mas duros del paso de los años y hoy la recuerdo sonriente y socarrona en la finca, cuando volvía a la piscina después de haber clavado, que había sido hace muchos años, pero ella recordaba de ayer... se fue su marido antes que ella, y se quedará en mi memoria el decir de sus hijos,
- Donde está Reinaldo, ah cierto que ese pendejo ya se murió... minutos antes de ser ella la que dejara en el último aliento la vida, buen viento y buena mar a la tía de mi corazón, mi parcera de siempre, mi guía, el pedazo verde de mi gusto siempre tendrá en ella una sonrisa, su ajiaco mi sopa favorita y nuestro último encuentro el de guardar todo lo vivido juntas en el mismo cofrecito de flores tiernas.
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