14 de junio de 2024

Pagina 51

los sin cuenta

 

el bayán

Los bayanes son unos cantos que se hacen antes de empezar el satsang, hoy para celebrar mi año 51 fui a uno en casa de mi amiga de la vida AV, a ella la conocí en mi primer viaje a la India, cuando tenía 14 años y estudiaba en el colegio de niñas, me doblaba la edad y acababa de unirse al hombre con quien se quedó a vivir en la isla.

Es increíble que hayan pasado todos estos meses y no haya terminado de escribir este post, fue importante cumplir 51, irme sola a un lugar donde nunca había estado y al que siempre había deseado ir, fue un viaje tranquilo, atardeceres, amaneceres, baños de mar, helados, cenas, rumba, levantarme tarde, disfrutar de la naturaleza, estar conmigo misma, entenderme como la solitaria que siempre he sido.

La llamé no más llegar y vino a buscarme donde me quedé, la posada nativa del pico de la montaña junto a la primera iglesia bautista, en ese viaje me imaginé a mi mamá en su caminata de muchos años atrás, la noche que la dejó el avión, caminé sus caminos, quise entenderlos,  la dificultad que tuvo para encontrar un lugar donde pasar la noche.

¿Lo sabría Ángel? absolutamente ebrio, el día que conoció a Skipe, a quien en mi intento de conocerle dejé en una imagen de su casa, al lado del semáforo del parque Bolívar; viví mi vida en la barra de la mitad de la cuadra, los peces del acuario, el paseo por aquí y por allí en moto y caminando, el almuerzo caserito, subway veg, yo comiendo con el mototaxista en la salchipapería del barrio x.

cyndi y t a t se entremezcla en las imágenes de ese paseo y me devuelve a los ojos llorosos de ésta mañana por pensar en lo que le pasa a D, tengo que irme a manejar, las cuentas se pagan con eso y no las quiero acumuladas, me molestan las llamadas que cobran. 

Pero eso no importa, desde cuando me lo dijeron hasta hoy el dinero es lo de menos, la dicha de mi vida como ha sido con sus tantos matices, sabores creados y recreados, paisajes de ensueño y desolados, calles de calles, el paseo al amazonas  para despedirme de Piedi, me hila en esta canción que comparto, ahora que mi futuro depende de mi y voy girando la rueda después de los 50. 

El resumen, aquí sentada en mi cuarto de la torre procrastinando, es infancia feliz aunque abusada de muchos modos, adolescencia escapista, experimental, revolucionaria, luego el internado, la universidad, la pregunta de la vida envuelta en la clase de Fraga; Europa la respuesta, regresar como independiente, proletaria aburguesada, contratista, transportista, escritora atemporal, menos pintora de lo que quisiera, soñadora siempre, editora y constructora de cuentos largos y cortos, al son que me toquen, bailo, dejar pasar dejar que pase, enamorarme siempre lo mejor, aunque tantas veces haya dolido la despedida, seguir después con otra perspectiva del mundo, la felicidad de ser yo misma, han sido unos felices los 51. sonrío, hoy es un día feliz.


todo empieza por el final


No hay comentarios.:

down town abbey en tarde lluviosa de sábado

Hace raaato no me daba una tarde de sábado como la de hoy, con ginger y papitas de paquete, me he vuelto más juiciosa para comer, sobre todo...