18 de noviembre de 2014

qepd gga

recuerdo la sonrisa del maridito de k en su casa de la 30... me acuerdo de el en la radio, en la vida de los encuentros callejeros, como perros.

Pienso a continuación en cuantas veces por cuantas causas las personas nos causamos daño.

Cómo, de que manera siempre se repite la historia de encontrarlos vejados en sus casas... porque triste coincidencia de la más absurda calaña pasan esas cosas?

somos seres con tantas cualidades tan lindas y sin embargo de vidas tan solitarias, tan fáciles presas.

que nos pasa después? cuando el alma abandona el cuerpo...

yo prefiero la idea de morir asesinada a asesinar a alguien y sin embargo cuantas veces he sentido tanta confusión que pude haber jodido a alguien... tanta que gracias a Dios toco madera diciendo que espero nunca herir a nadie de nuevo y mucho menos, matarlo.

me veo las manos, pienso en m, pienso en matar a un hermano, en mis amigos en su casa de la calera, en su cama tirados, en la burundanga, del tipo de la chaqueta negra, los atacan por maricas y eso es muy paila de este mundo, en serio.

una despedida del corazón en la dimensión que estés... deseándote lo mejor en este viaje... 

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