Desde siempre estuve enamorada de mi primo O, siempre con ideas sobre hacer esto o aquello, siempre en el límite del bien y el mal, siempre tan..., tan..., tan..., tan..., el, como ayer que después de un trato maravilloso en el que hice lo mejor que pude por el, me dejó en la estancada irrespetando la palabra dada en diciembre de 2019 terminó dejándome, sin dinero, endeudada y con el corazón maltrecho, claro suspirando porque uno de los principios fundamentales de ser el día feliz, está en sacar lo bueno de lo malo, me devolvió a Laura Alcira y aunque lo haya hecho con tan mala leche, me sonrío a mi misma porque se lo que hice por el y se como respondió a ese esfuerzo, y bueno, vuelve la burra al trigo y la potranca a la cebada como diría mi abue.
Aquí nuestra última foto juntos, cuando todavía creía en el.
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