Recuerdo con frecuencia la Buhardilla de San José de Bavaria: tenía no más de 15 años y en una de las bigas del techo estilo español de la casona de la tía G, pegué unas hojas con grapadora donde decía r e v o l u c i ó n, sonaban Silvio, Pablo y Los Prisioneros, me enteraba de la existencia de Mandela, Dalí y Facundo, me sentía tan política como cuando mataron al ministro de justicia y me enamoré del discurso de Galán, compungida aún por no haber podido votar por el.
El espacio era un mini apartamento al lado de la cocina, donde hacía esculturas y entendía en mi cuerpo la alegría de la masturbación por primera vez.
Eran tiempos post Pacellí, enmarcada en los tres números de la conquista de la felicidad, las ideas anarquistas venídas de España en forma de F y mi siempre contastante, encontrarme en paz, amor y felicidad que venga de pronto de mi culto por los setentas y haber nacido en ellos o el culto de mi madre por el sendero de los maestros.
El M había marcado las visitas a mi papá con la toma de la quinta de Bolivar, los discos de Iglesias y todas las joyas de la mujer con las que jugaba en el baño de su apartamento del lado de los Andes.
La política ha permeado mi vida desde Turbay, al menos es el primer presidente que recuerdo, a menos que haya sido político lo del toque de queda de Lopez excusa para evitar que siguiera con el chupo, vino entonces el mayor desafío de todos hasta ahora, si me quitan el falso, aquí llevo uno que no podrán quitarme, fue la reflexión. y me sigo chupando el dedo, mi cuerpo es mio.
Sexo y democracia, la pasión de la mujer desenvuelta y la dignidad humana, mi ser política de ayer sirviendo hoy a la democracia, llevando a la registradora local, dándole mas tiempo al tiempo porque todo funciona de un modo perfecto, en mi estar cuántica, 5d, todas las D.
Entonces pienso en la urna, en el voto convencido, en la potencia del cambio, en su lucha, en lo que significa la mujer en la que estoy creyendo hoy, en las mujeres que no ganaron aunque sentaron presedente, me precio, me sonrío, me compongo de todos mis materiales, escritos, hablados, difusos en humo o en canto, sobro? o estoy faltando...
Les ninguniades tenemos que decir algo, presente, presente, presente, como marchando, como sintiendo por lo que de verdad estamos pasando, tiempos de paz que vengan y me susurren y me abosrban y me lleven a seguir el camino trazado la meta prometida, como la he imaginado, como la voy viviendo.
caminando, yendo en bus al laburo y a veces en carro.
después del cumple, cumplo y soy el día feliz, sonriendo.
ps: empecé este escrito esta mañana antes de las 6 am, me cogió la tarde y se quedó sin postear, he vuelto pasadas las 5 con la rodilla como una mogolla por una tonta caiga en el parqueadero que me tiene super paticumbia, sonriente y paticumbia, pensando en las palabras de mi madre sobre las rodillas y la humildad, un día dificil en el que da gusto estar em medio de la lluvia, ya en casa.