17 de mayo de 2022

hablar con el parce

Tenía engatillado un relato de semana santa con O y su mamá en Laural, hace cuanto no pasaba por aquí,  terminó desechado por éste sobre hablar con el parce desde el colegio hasta las elecciones, pasando por adolecentes en alas y éxtasis líquido, unos pasos que no son los míos, que ahora me llevan a entregar comida a población minoritaria de diversas formas y en distintas circunstancias. 

Conocer un vislumbre de que hace el estado con la gente que a bala a salido de sus territorios y por acuerdo del parque nacional, esto aquí es así y volver es la única... será que vuelven? serán ciertos tantos buses? a donde los llevaron? la siguiente aventura, acompañamiento electoral, me entero, soy el pez mas chico de la pecera, por contrato.

Las distintas procedencias, el viaje, el camino, los distíntos vehículos, sigo metida en la cama después de un finde relajado, de serie y lavandería, con la pata pelaa, el pantalón pandémico, almuerzo de verduras, una vek con las monedas contadas y la dicha del mensaje que trae a la cabeza como gnenerar los pagos, una mezcla informe de lo que siempre he sido y de lo que nunca fuí, el horario por código QR.

Leo un montón y me regodeo de mi DeG que sigue igual en el ropero, yo libre y feliz desde el día en que se desaotó la bandera, iniciada, liberada, egocity le dijo la coash a mi idea de sacar partido, yo sigo aquí en la torre, con una pulseritaregalada por las amiguis de marras, ambas tan post entropía.

Las elecciones, y ese tinte de, si no gana a la primera, se la roban en segunda y se arma la chúpame... que igual está armada, dicen los referentes cuando con la panza llena dicen aquí se vive relajado, la chica y su madre casi no podían dormir pensando en que alguien llegara y yo en el quinto sueño por lo pacífico que es el territorio que habito, post del tiempo de la abuela que tuvo que dejarlo en otras circunstancias.

En mi casa no hay armas, mi madre nunca las quiso, mi padre siempre quiso, pero claramente era mejor que no tuviera, con el temperamento que se mandaba. Como tampoco quiso que andara en moto, nada con ruedas excepto carro y agradezco entonces los motores, el uno y el otro, que son ambos tan de mi corazón y hablando de eso, también debo en la empresa de carros y pa eso, cuando?

Necesito otra chanfa, pero como le dije al del gym, van 49, el casi 52, sin saberse como, seguimos respirando el humo de la planta, ya no bebebemos hol todos los días y nos sentimos contentos en nuestros mundos, que casi no se encuentran aunque estén tan cerca.

Los libros del ex vendidos y las cervezas también, se les dan las cosas y me da gracia, que todes prosperen en el día de la no fobia... 






ser humanos pink


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