debido a que llamé a quien me lo dijo, Pelmazo, y es que en realidad lo era. Ahora me río, yo si se quien era el oligofrénico. creo que menos mal me antojé del helado de la chica de las direcciones y que fuí a buscarlo y que lo encontré poco antes y que me lo comí con gusto, porque la cosa hubiera sido mas debilitante. Ay manes... me remito al librito de piedi y dice, perdonar y olvidar es el camino de la espiritualidad.
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