Al fin echada en la cama, con dolores varios en distintos puntos de la espalda, con el gusto de haber encontrado un montón de cosas perdidas detrás de la biblioteca y el cuartito libre por un tiempo de los gusanos de polvo... ella al fin dio señales de vida, luego de imaginarme yo toda clase de proezas que vaya a saber la divina providencia si son solo mi imaginación llena de ganas por su beso, escucho de fondo una peli francesa que vi hace años y me relamo los bigotes por el atolladito de hoy, con su gluten asable de sabyi.
hoy es un día feliz.
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