conducir lo incluye todo, la mente y el cuerpo, cada movimiento es trascendental a múltiples niveles y es por eso que me gusta tanto, me siento tremendamente hábil y sin embargo, cada día aprendo algo nuevo, como que hay que saber que intenciones tienen las personas a tu alrededor y tomar la decisión correcta, toda esta introducción para contar el porque de mis sonrisas los últimos 2 días... pequeños gustos que a veces me doy.
voy circulando sur norte por la circunvalar, recién saliendo de las torres en la buena por el almuerzo y la visita a la mamá, en el punto en que la doble calzada se hace una después de la universidad distrital de la maca, a la altura del parque nacional, digamos. Un taxi por izquierda a quitarme el turno y yo decido no enfrascarme en el frena y arranca y lo dejo molesta, hacer el doble adelanto en vez del uno a uno que llevábamos el resto de los carros, siguió el recorrido con sus segundas terceras, cuartas y quintas, curvas y contracurvas de distancia, cuando me lo encuentro en recta y bajada, ahora el tras un camión de mezclas y yo con la vía libre por mi carril, me fui con toda y cuando se dio cuenta de que yo venía, trató de abrirse, pero yo ya le pasaba por el lado y entonces vino el gusto.
cuando lo vi asomarse por el retrovisor, empecé el frenado, él trató de volver tras el camión de mezcla y pensó yo sé, que por ahí me haría la cerrada pero claro yo ya había terceriado para no perder compresión e iba por la cuarta a enfrentar la subida y ni queriendo podría adelantarme... la cereza del pastel vino con el cambio a amarillo del semáforo de la 76... en serio, todavía tengo la sonrisa puesta... placa 832.
una selfie de hoy en el salón de meditación.
tiempos aquellos...
voy circulando sur norte por la circunvalar, recién saliendo de las torres en la buena por el almuerzo y la visita a la mamá, en el punto en que la doble calzada se hace una después de la universidad distrital de la maca, a la altura del parque nacional, digamos. Un taxi por izquierda a quitarme el turno y yo decido no enfrascarme en el frena y arranca y lo dejo molesta, hacer el doble adelanto en vez del uno a uno que llevábamos el resto de los carros, siguió el recorrido con sus segundas terceras, cuartas y quintas, curvas y contracurvas de distancia, cuando me lo encuentro en recta y bajada, ahora el tras un camión de mezclas y yo con la vía libre por mi carril, me fui con toda y cuando se dio cuenta de que yo venía, trató de abrirse, pero yo ya le pasaba por el lado y entonces vino el gusto.
cuando lo vi asomarse por el retrovisor, empecé el frenado, él trató de volver tras el camión de mezcla y pensó yo sé, que por ahí me haría la cerrada pero claro yo ya había terceriado para no perder compresión e iba por la cuarta a enfrentar la subida y ni queriendo podría adelantarme... la cereza del pastel vino con el cambio a amarillo del semáforo de la 76... en serio, todavía tengo la sonrisa puesta... placa 832.
una selfie de hoy en el salón de meditación.
tiempos aquellos...