17 de marzo de 2016

sonrisa oficinera





una semana después de apagar tres velas sobre el ponqué, (que simbolizaban los 43),



hoy, cuando la tarde ha pasado casi sin notarla por estar en algo que amo (editando) y que me enrolla cuando en consolear me meto,
hoy cuando me miro en retrospectiva y me gusto como soy y como me he imaginado, cuando corrí como demente por las calles y en el transporte público, para llegar a mi otra pasión (llevar la ruta de niños a sus casas)  me sonrío...
hoy soy el día feliz



No hay comentarios.:

La sandía y los aguacates

Hace años, cuando fui a visitar a mi hermana a Gotemburgo, me admiré de ver cuantas frutas y verduras eran importadas, en ese tiempo años 80...