11 de noviembre de 2018

un pequeño recuento

se me fue octubre y no escribí mucho por aquí, entra noviembre y no puedo dejar de hablar de mis muertos, la primera doña alcira, la mamá de mi mamá, que me crió junto a mi hermana y mi primo andres en el apartamento de santafé, luego Angel, de quien recuerdo las fiestas y los tragos y esos tiempos de ser felices en publico para vivir en privado la empedernida soltería, Piedí, a quien recuerdo cada día de mi vida, porque siempre sabía todo y siempre estaba llena de amor, el último R, el esposo de S, quien me dejó dos lecciones parecidas, para saber la dirección que tomará el auto, hay que mirarle las llantas y no se caía, porque se fijaba en donde poner los pies.

Se me aguan los ojos al pensarles, así que donde estén brindo por ellos con mi aguita de panela (cambié casi por completo la gaseosa por bebidas como te de hierbas con panela, que pongo en el frasquito de llevar a la ruta, todo por el tema de los plásticos y el mar... las papitas si, paila, sigo dejando bolsitas entre mis bolsillos hasta llegar a una caneca, que bueno, me preocupa el tema de los empaques).

... volviendo del baño, me deslumbré al ver su desnudez sobre la cama, la perfecta curva de su cuerpo, mostrándome la espalda, la cola ejercitada, los talones en diagonal que admiro y suspiro por tocar, le pedí que se hiciera boca arriba, para hacerlo como hace tiempos aprendí en yerbabuena, así fue como quedó estrenado el aceite de la vela, así fue como me quedaron impregnados sus dedos en mis dedos y su piel en mi piel que fueron masajes, sutiles, delicados, como de otros tiempos, hubieran estado lindas las rocas y otro día será eso, como de un tiempo en que el agua ha pasado mil veces y les ha dado su forma.

de ahí me paso a hoy, ya once, volviendo de pasar la noche con s, que se cayó y se partió el brazo, hace unos días y con quien había quedado de preparar un ajiaco hacía días,  al final terminamos las dos en su casa tomando sol bajo la marquesina, preparando pastita, viendo en la tele sobre platos australianos y mariposas monarca.

ya en casa, me preparo para ir a Subachoque, con un grupo de estudiantes universitarios, que conocerán el ashram, Así que junto mis manos y sonrío, la felicidad ahora viene de distintos lados.

namasté

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