El disfrute del espacio público es el principio fundamental del diseño de las torres donde vivo, he leído con tristeza en el grupo de los vecinos cómo el servicio de vigilancia ha decidido indicarle a los vecinos que transitan con sus mascotas, que este es un predio privado, algo que muestra como se ha endurecido el tema social en el país donde vivo, muy alejado del principio de la seguridad de lo publico a través del libre tránsito, en el instante en que lo escribo ladra desesperado un perro,me paro y trato de entender el contexto del agravio, que ya toca los nervios de la convivencia pacífica, entonces pienso en la guerra del lavadero y me lamento de mi propia condición, una siempre ve la espina en el ojo ajeno, me relajo con el dedo en la boca.
Hace días quise leer un escrito del hombre de k; nada más empezar leí lo patriarca de las palabras que ahora veo en sus páginas y pienso en la e, la x y la @, que tanto fastidian a la real academia, fue hermoso cuando en mi caso particular llegaron a resolver mis asuntos de indentidad, de almas y personas, el deseo de ser hombre por su capacidad de joder a otres que luego de entendido se convirtió en las tetas sin sutian que tanto me disfruto en estos días. Sanar la raza en un bosque en el pueblo donde nacieron mis ancestres, un espacio en memoria de cada una de esas almas, como habría dicho mi mamá, sembré con mis propias manos el de la abuelita, me quedaron faltando mis otras 3 mujeres familiares, así que tengo que ir pronto a hacer eso y a llevar el armario que no cupo por dentro, otra vez será que lo amarremos al techo.
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