No creo que sea por hipersencible, es mas bien porque todavía no soy capaz de recibir basura sobre la cabeza, (referencia al rey de balk bokhara); no se donde exactamente, pero a veces me duelen los detalles de mala leche... me sé un bulldozer muchas veces y parece que pudiera pasar sobre todo y hasta sí, pero no, un día no sabemos cuando, no sabemos porque, digo basta, no me aguanto y que llueva mierda al zarzo.
Hoy me levanto muy a las 4 con la herida convaleciente y la incomodidad del paso del pescuezo, me doy agua, el agua siempre limpia el corazón herido, cuantas veces te advertí que no andaras esos caminos y sin embargo dale que dale el cantaro al agua.
Estallido, vidrios rotos, el vaso de la ginger empapando el piso con su mancha pegajosa, se convierte en metáfora de lo sucedido, me pierdo en el uso del lavadero, las sábanas que han tumbado el vaso, la sorna a la espalda, el camino de la redención está en perdonar y perdonarse me digo bajando la escalera imaginada, no hay de otra, mi dedo sobre el postre regado en la transmisión de sentimientos confusos, me estoquea fatalmente, respiro, esperar, esperar al tiempo curen las rayaduras, las oculte entre los pliegues de grasa.
Me he levantado con el propósito de reformar el brochure, y con los dedos cruzados, aprenda a usar por instinto los íconos de adobe que a penas abro, sonrisa de los buenos días y empieza otra vez. son las 5:47.
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