7 de septiembre de 2007

Sucesos varios

Yo fui al concierto de Pavarotti con mi mamá, mi tía y mi amiga de los rizos dorados, vino a Bogotá en febrero de algún año que no tengo claro y la pasamos bombi escuchándolo cantar. Se murió hace un par de días y como este blog parece un obituario, aquí lo comento, era gordito como yo y se dedicaba a los eventos de caridad con sus amigos, así que buen viento y buena mar para el tenor de los tres tenedores.

Compré un celu nuevo… al fin, aún no se usar ni la mitad de las funciones y me falta pasar todos los teléfonos… pero es una chimbi (la novia de la jefa me dijo que si sigo durmiendo con el… sat va a empezar a sentir celos).



Comento tarde… pero más vale tarde que nunca, que la fiesta del viernes estuvo muy bien, dicen quienes me conocen que me alicoré, yo creo que no fue tanto, porque no hubo ni empelote ni guayabo.

Mandamos el proyecto de los blogs (después de jornadas maratónicas) y de la frustrante experiencia de la secretaría de cultura, a un fondo de subvenciones LGBT y sonrío confiada porque estoy prácticamente segura de que tendremos libro para el próximo año.

Hoy iré a besuquearme en el park way por lo de la campaña de los besos con derechos y tomaré fotos con mi teléfono nuevo, no tengo intenciones de salir de rumba, y la besuqueada es pura simbólica (para que cierta mosca del pantano, a quien amo, no se me retuerza en la isla del encanto).

Besos con derechos para tuti.

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