11 de abril de 2009

Los dos llanos

Salíamos de Bogotá a las 3 de la mañana en un dacia rojo rumbo al vichada y era como si el mundo se detuviera, de los mejores recuerdos de mi vida, de mi primo cascarrabias y los dos en bicicleta, de la amiga barbarie a quien conocí muchos años antes en un paseo de semana santa, con su padre, su madre y el sequito del universo feliz.
Las cosas han cambiado mucho por los llanos desde esos tiempos de remolques sin ruedas, y me hace feliz saberlo y disfrutarlo, como darme cuenta del estado de hibernación y ahora descongelamiento en el que me encuentro y solo yo entiendo.
Bebo en la noche de sábado santo, sentada en el puesto del sofá que ya tiene mi rayita del culo, una Erdinger que me regalara providencialmente el amigo georgy, mejor conocido de otros paseos con el apodo de mc giver…
La semana santa pasó providencial y mientras veo a la roca en una peli en la que sale el de pimpin my ride, siento que la vida se me presenta y yo solo tengo que agarrarla por los cuernos, de tal modo que con mi experiencia llanera, eso es pan comido.
Ps: soy la mar de inteligente por haber dejado pizza para cenar y desayunar fruta, da energía todo el día.

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