23 de abril de 2009

Volver a DeG

Recuerdo la primera pasada de The L Word en casa de la innombrable… cuando tapábamos las ventanas con bolsas negras, ahora el bar queda en la 116 y el ambiente es más relajado, hay niñas de varias generaciones y se nota que la vida pasa y una a veces se queda en el limbo.
Fue el sábado un día diferente de todos los demás, las responsabilidades propias del vehículo nuevo, me llevaron al concesionario y luego al trabajo trans (para pagar la mega cuenta del concesionario), luego algo de garantía en los forros de la 30 y regreso a casa para ducha y paseo de perra.
La llegada al karaoke… con aplauso, y la mirada atónita de dos que nada que ver, por cierto comento que ese encuentro y esa conversada estuvieron de antología, tic, tac, ti, tac, hace el reloj por estos días, pero de repente se detiene y nos lleva a recuerdos de por lo menos 10 años.
Las niñas adentro como siempre… pululando y Harry cerca a la barra, con bufanda y gafas… mi Harry, la saludo y saludo a las otras como es costumbre, al final, encuentro con alguien a quien a veces se extraña, pero es de esos pasados que no vuelven.
El que si, siempre vuelve es DeG, que pasa por buenos tiempos y me da gusto saberlo, como dijera alguien, un hijito que se ve crecer.

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