16 de febrero de 2010

las 50 cucharadas

Hay un lugar donde venden un postre de cuncuenta millones de pesos, hoy, una noche de martes en que reposo de la dolorosa tonchadura de un tobillo, pensé que si me ganara el balotto llevaría a mi novia a ese lugar y le propondría matrimonio,chu, i love you.

paso ahora a contar los sucesos acaecidos en mi vida desde que me encontré en la vieja memoría el cuento que aquí dejé en el post anterior.

estuve en sopo el viernes por la noche, llevando a los chicos del rodaje, trabajé mucho el viernes ahora que lo pienso, luego, el sábado me fuí a subachoque a meditar, estuvo rico eso, traje de regreso a la abuelita de la compañerita de ballet que ahora es madre y tiene un marido muy chimbo, pero sigue teniendo su hermosa sonrisa.

luego de eso ayude a una amiga con el problema de la tubería en su casa... connecting people, el lema que me identifica, happy for it.

en la tarde me fui a yagesear a mesitas con el combo de la comadre y el viaje estuvo chevere, hablamos de ir al putumayo en semana santa, la noche con full estreno de carpa y regreso tranquilo y seguro culminó el ritual que está cargado de simbologías cristianas... sincretismo que llaman.

por la tarde satsang en subachoque y la caida en el pueblo por ir a buscar empanadas, lo que me recordó el cuento de las monedas de oro y el pinchazo del alfiler qu espero un día dejar aqui en un post.

luego y con todo y llorada de la emoción pude hacerle un gran favor a alguien que a mi me hizo un gran favor, perfecto eso de saldar karmas express.

por la noche vino la ratona y me ayudó luego de la caida y fue chevere eso porque sino me hubiera resultado muy dificil llegar a trabajar el lunes.

entonces, creo que si, sólo compraré un postre, porque en mi opinión en los postres, como en las relaciones lo chevere es que sean compartidas y el demas es que por el camino se van ajustando las cargas.

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down town abbey en tarde lluviosa de sábado

Hace raaato no me daba una tarde de sábado como la de hoy, con ginger y papitas de paquete, me he vuelto más juiciosa para comer, sobre todo...