22 de agosto de 2015

nadie duerme allí esta noche

tengo el corazón en ascuas, lloro como una tonta de otros tiempos, como es posible que algo tan noble se convierta en algo tan triste... dios quiera que hablemos el domingo y todo por fin quede claro.

No hay comentarios.:

La sandía y los aguacates

Hace años, cuando fui a visitar a mi hermana a Gotemburgo, me admiré de ver cuantas frutas y verduras eran importadas, en ese tiempo años 80...