15 de diciembre de 2009

recoger al vikingo

mi hermana mayor se fue a vivir a Suecia cuando tenía 16 años, en ese entonces viviamos aqui, en las torres, ella, mi madre y yo, eramos la feliz familia de 4 mujeres, incluida la que nunca sabremos si era o no mujer de nuestra madre (miles de conjeturas hemos hecho...) y gina conocío al que sería su primer marido, un sueco historiador intimo de los del M que vivía en un apartamento en la plataforma... se la llevó y desde entonces anualmente viene a llenar sus alforjas de amor familiar.
de esos tiempos a esta parte ha traido a varios manes, uno chiquito que con los años terminó enrolado con mi amor australiana, razón por la cual ure meses sin dirigirle la palabra, ahora veo que me dieron unos celos de padre y señor mio,y otro que cuando fui a visitarlos al pais de los lapones, terminó de padre de la que es unica representante de ésta familia, mi sobrina (que ha crecido un montón desde que vi su nacimiento en una clínica de las afueras de gotemburgo).

hace ya varios años anda casada mi hermana mayor con un tigre al que mi amigo el parce bautizó como el vikingo, un hombre mayor, tambien historiador  que por su aspecto fiero parece un sucesor de Thor.

hoy llegó el vikingo para la temporada del fin de año e inicio del que viene, llegó con su sonrisa de nomo y sus cervezas negras y ahora, mientras escribo este post, está sentado con sus gafitas viendo pulp fiction en sesión familiar que yo interrumpo con mi teclear de luz apagada.

asi que aqui dejo, recordando, que hoy fuimos a recoger al vikingo.

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La sandía y los aguacates

Hace años, cuando fui a visitar a mi hermana a Gotemburgo, me admiré de ver cuantas frutas y verduras eran importadas, en ese tiempo años 80...