me hubiera gustado saber mas de la historia del maíz, de sus ancestros y de su cultura, saber de los indios y de quienes sabrá cuantos más que lo hayan sembrado, de su preparación, de sus estados, de las formas y colores que adquiere de acuerdo a cada variedad o cada región... las semillas que se guardan... el tiempo del compartir... pero lo que he vivido con él es algo tan especial que parecen inalcanzables las palabras... en la primera cosecha, verlo por la ventana al despertar fue hermoso, y lo dije tan poéticamente pensando en ella, que aún me acuerdo al asomarme a la ventana viendo los duraznos, algunos muertos y otros agonizantes y me sonrío, que le deparará el futuro a ese lote... Esa cosecha la compartí en mazorca que es el estado más joven del maíz, pero un poco decepcionante en cuanto a numero de bultos y calidad del producto, poco a poco, ya vamos como en la cuarta cosecha y el cambio de socios ha sido fundamental, pues de un señor que terminó robándose un poco de herramienta y hasta una carreta, a la familia feliz con la que pasé el finde hay mucho trecho, y me pude sentir orgullosa del producto, de lo que poco a poco ha ido pasando...
yo decepcionada y sin dinero el año 2012 había decidido que este año no sembraría nada, pues la papa fue agotadora en algunos sentidos, también enriquecedora en otros y exquisita en todos, valga aclararlo. pero lo especial de la cosecha no son solo los bultos o la maduración del grano en el zarzo ( una palabra que nunca había escrito) sino todo lo que me ha enseñado la labor del campo... cuando me llamó rafael al principio del año pasado y me dijo que sembrara yo, por no dejarlo sin laburo, le dije que si, sin saber muy bien con que iba a responder para abonos y cosas... y se convirtió en la aventura que fue, para terminar alimentado incluso a los mas pequeños animales, con semejante esfuerzo de tantos seres, una cadena de milagros en cada grano. por eso quiero saber de lo antiguo... para dar gracias por la cosecha que se ha dado a quien el sol puso en su encuentro, esa es la historia del maíz en esta cosecha
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yo decepcionada y sin dinero el año 2012 había decidido que este año no sembraría nada, pues la papa fue agotadora en algunos sentidos, también enriquecedora en otros y exquisita en todos, valga aclararlo. pero lo especial de la cosecha no son solo los bultos o la maduración del grano en el zarzo ( una palabra que nunca había escrito) sino todo lo que me ha enseñado la labor del campo... cuando me llamó rafael al principio del año pasado y me dijo que sembrara yo, por no dejarlo sin laburo, le dije que si, sin saber muy bien con que iba a responder para abonos y cosas... y se convirtió en la aventura que fue, para terminar alimentado incluso a los mas pequeños animales, con semejante esfuerzo de tantos seres, una cadena de milagros en cada grano. por eso quiero saber de lo antiguo... para dar gracias por la cosecha que se ha dado a quien el sol puso en su encuentro, esa es la historia del maíz en esta cosecha
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