1 de mayo de 2016

se jue sat

el día que la conocí me la eché entre la mochila y la puse sobre las canastas de la cerveza cuando entramos al café espirituoso, era amarilla y me cabía en una mano, desde siempre fue temerosa del movimiento, se mareaba con facilidad, me cuidó y me amó mucho, cuando dormíamos juntas y luego cuando iba a visitarla dormía al pie de mi cuarto, nunca le gustó la melosería, así que poco me dejeba apachucarla, siempre fue ella una piernipeluda hermosa e independiente y llena de vida, vivió sus propias aventuras y fue libre y feliz hasta el último momento, cuando al fin le pudieron los años y los achaques y se fue de este plano, llamé de primero al mono, pa contarle que nuestra hija se fue y porque se que ella la amo tanto como yo.  ahora me queda su amor y su recuerdo en el corazón, mi monstruo amarillo nos dejó después de 16 años de bella vida perruna. 

1 comentario:

butterfly9 dijo...

ay no puede ser!!! Abrazos y que esté muuy feliz en el ciello perruno.

down town abbey en tarde lluviosa de sábado

Hace raaato no me daba una tarde de sábado como la de hoy, con ginger y papitas de paquete, me he vuelto más juiciosa para comer, sobre todo...