19 de abril de 2017

libre al fin

pasó estando en turmequé que me llamaron para llevarlos a tota los del queer teatro, y fue bonito pensar en que iba a verla, supongo que lo que me hace feliz de esos amores imposibles que tengo, es imaginarme todo lo que en realidad no sucede, luego, cuando estando frente a la nacho me dijeron que no iría, se me salió el ombligo, pero pensé que mejor así, ya sabemos que no me quiere como yo quiero que me quiera y prefiere el silencio a herirme, digo yo, aunque sea eso lo que mas me toque; eso y los celos que me produce pensar que ame a alguien que no soy yo.

cuando me di la vuelta y era ella, con su florecita en la cabeza pensé que Dios me premiaba a veces con sorpresas del corazón y no es que al ver el retrovisor se me pare el mango o ella me pare algunas bolas de vez en cuando, esa sensación que a veces tengo en el cuerpo cuando la tengo cerca... m provoca.

de pensar que todo fuera posible, de imaginar una casa en bosa, un tiempo que no se parezca al de ahora, porque r me haya mostrado desde venecia la suya en señas, y me recordara la vieja idea de tiempos de m, la moni de la perse, una bogotá que nunca habría conocido de no ser por... (lo que amo de mi trabajo es eso, conocer lo que de otro modo jamás habría sido).

bueno, pero volviendo a tota, y los plantes y desplantes, el tiempo taciturno de sentirme blue, la cosa terminó el martes llena de buenos deseos y la despedida en minutos, de alguien que no llamará.

No hay comentarios.:

La sandía y los aguacates

Hace años, cuando fui a visitar a mi hermana a Gotemburgo, me admiré de ver cuantas frutas y verduras eran importadas, en ese tiempo años 80...