Eran los tiempos en que amaba en secreto a la primera delfina que llegó a mi pecho, cuando le dije a a en un café de Estocolmo que todo eso me pasaba por dentro y ella me dijo: y que problema hay con que ames a una mujer? me dijo que en Suecia las parejas del mismo sexo podían casarse, que si yo quería ella se casaba conmigo para la visa... yo, recién salida de la Javeriana, de Chingaza, de Arbeláez, venida de Colombia a un tour de año sabático, le dije que no sabía por donde arrancar, ella entonces me llevó al bar de lesbianas donde nos tomamos la cerveza hablando medio en varios idiomas incluidas las señas sobre el amor de la vida... al volver de ese mini viaje a Gotemburgo mi base en Suecia (durante el tiempo en que escribí y edité "poemas de amor en un mundo sin el") fui a la universidad donde mi hermana estaba doctorándose y use su internet para escribir mujeres lesbianas en Colombia (tengamos en cuenta que eran los años noventa, 1998) allí conocí la historia de Marta y puesto que mi viaje era para encontrar la vida, decidí que la historia que me graduaría como comunicadora social sería la de Marta (me hice una película que sigue siendo la misma en mi cabeza dando vueltas desde entonces).
Entender que es el libre desarrollo de la personalidad, el derecho a la intimidad, el amor a la vida, el amor de la vida, defender esos principios aun a costa de la libertad misma, ese altruismo, esa manera de entender el mundo y hacerlo mas habitable y mejor, saber que los libros irán a todas las cárceles del país, que han pasado todas esas cosas en estos años, que he sido fiel observadora y testigo de semejante cambio, de semejante construcción de la vida... me sonrío con una de mis sonrisas de ángel... porque antes de dormir para descansada llevar mañana los niños al jardín... hoy mas que siempre soy un día feliz.
¡El día feliz, nació cuando supe que Marta, desde muchas cárceles, había ganado mi libertad!
https://www.youtube.com/watch?v=1UQzJfsT2eo
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