22 de julio de 2008

Tener a Sat en casa

Pasé el fin de semana debatiéndome entre dejar a Sat en la finca o traerla a casa, me decidí por lo segundo y creo que fue lo correcto, amo a mi perra y la quiero en casa, paseando por el parque y haciendo caminatas largas conmigo, punto.

Llevaba semanas convenciéndome a mi misma de que dejarla en Turmequé era lo que ella quería y si yo la amaba, era dejarla lo que debía hacer. Llevé el guacal por si las moscas, pero ya desde que abrí el porche supe que quería venirse conmigo, hizo cosas para demostrar que quería estar conmigo que no me aguante y la traje.

…Venía con Lilia de ver a las ovejas, y se quedó parada seria cuando oyó el carro, le silbé pasito, mientras me bajaba a abrir el porche y se vino corriendo dichosa, me dio la vuelta por todos lados, sin ladrar y mirándome, me pasó por debajo de las piernas y me mostró que estaba contenta, batía la cola de un lado para otro como si estuviera loca y ya al rato de hacer carantoñas y piruetas me vino con los regaños.

Una sarta de ladridos desde prudente distancia, sentada hacia adelante, diciendo como:
-- Han pasado estas y estas cosas mientras tu no estabas.


Saludo a mi mamá apenas un poquito y siguió su saludo conmigo, que fue de vueltas y vueltas, al rato continuó el paseo con la oveja, y me pareció por un momento que quería ser campestre y quedarse a vivir allá para siempre.

Vinó a casa a la hora de la chimenea y se me estuvo al lado todas las noches temprano, y se quedó en las mañanas hasta que me levanté al baño, pero la vi muy poco en el resto del día porque se la pasó con su novio el perro de mejor ver entre los vecinos y farolenado por allí empapada (estamos en invierno).

Paseando de campos y haciendo… no se qué cosas haga, cuando yo me hecho bajo las cobijas a leer los libros de masculinidades femeninas y a escuchar los cantos de la infancia.

La máxima prueba de sus ganas de casa la dio cuando fuimos al pueblo a buscar comida y salió ella de donde estuviese con su cara de no me dejes vista por el retrovisor…

Hoy, cuando nos veníamos, me esperó juiciosa entre el maíz, hizo conato de huida pero esperó que le pusiera la correa y se metió casi sin chistar en el guacal, la bañe tan pronto llegamos porque venía hecha unas pascuas y ahora descansa al lado de la cocina.

Mi perra piernipeluuuuuda a la que extraño cuando visita mi hermana.

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