7 de octubre de 2011


Post de viaje 3

Cualquiera diría que es una locura viajar 5 horas, esperar en un aeropuerto otras 5 y luego tomar un segundo vuelo de 14 horas para llegar a un país extranjero y encerrarse en el sótano de un edificio de barrio a meditar, pero es eso justamente lo que he venido a hacer al lado de otras 260 personas de diversos lugares del mundo.
La convivencia no es que sea lo mas fácil del mundo, pero hacemos lo posible por centrarnos en la devoción, en el cuarto donde habito estamos 12 mujeres y la habitación no tiene mas de 4 x 4, una locura si se le mira con ojos mundanos, una de mis vecinas, tiene casa en Barcelona, en Maracay y en Bogotá, pero aquí, no hay acceso a internet, no hay acceso a teléfonos y el agua sale bastante fría, durante 5 días que dura el programa con el Maestro, solo nos vemos los unos a los otros, pasa cerca una línea del metro, lo se porque cuando subo a la terraza a escribir lo veo pasar, pero no nos está permitido salir, entonces solo lo veo pasar mientras los chulos le revolotean por encima… tremendas vacaciones, y sin embargo, para mi, de las mejores de la vida, porque siempre, después de uno de estos viajes, la vida cambia, para mejorar, huele a comida, me voy a desayunar.

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