25 de julio de 2007

Después de la Punzada

Bueno, pues sigo con mi tema de la salud, el lunes la doctora lechuza me llevó al consultorio, para hacerme el examen ginecológico que me había sentenciado el sábado en que de urgencia me pinchó la espalda.

En medicina bioenergética ese procedimiento se llama Francklin Hoiser, y debo decir, ha cambiado sustancialmente desde la última vez que me senté en la silla de la pata abierta, para mi grata sorpresa.

Ustedes dirán, ¿que tiene que ver el dolor de espalda con un examen ginecológico de nombre extranjero?, así que lo explicaré como lo entiendo, los órganos del cuerpo están relacionados los unos con los otros; lo que hace la medicina bioenergética, a diferencia de la medicina convencional es buscar la raíz de los problemas y tratarlos desde allí.

Pues bien, mi madre opina que la tos que me ha atacada en éstas semanas (causante de tanto desgañitarme del dolor de espalda) proviene de los riñones… los cuales a su vez están relacionados con los ovarios.

Para mejorar la cosa hay pues que ver que sucede por allá abajo y para eso nada mejor que un Francklin Hoiser que consiste en aplicar terapia neural en diversos puntos entre la vagina y el útero… pero no se asusten.

Es allí donde la técnica ha mejorado, haciendo que la cosa sea molesta pero no espacialmente dolorosa, amén de la teoría que afirma que las terminales nerviosas en ese lugar son prácticamente inexistentes.

Reafirmó la doctora lo que ya me había dicho, que la cosa pinta para cáncer, pero esa es otra de las ventajas de la medicina que practica mi progenitora, que se ve en lo energético el futuro y puede tratarse tempranamente, de tal modo que la prevención evita males mayores.

Así las cosas, me ha pedido que cambie mis hábitos alimenticios, mas verduras y menos pasta (algo que aún no he cambiado con juicio) y que deje de fumar (algo que con la ayuda de la ex se va logrando… hoy segundo día de abstinencia) y hacer más ejercicio, lo cual supongo se nos notará con el tiempo a la piernipeluda y a mi.

Tendré que asistir a la consulta durante algunos meses, dejarme aplicar los sueros y relajarme en las pinchadas, tomarme los medicamentos en ayunas, al medio día y en la noche al acostarme.

Pero bueno, hoy ya me levanto de un solo empujón, puedo darme la vuelta y levantar cosas del piso sin retorcerme y la tos ha cambiado de sonido y resulta menos frecuente.

Supongo que con el tiempo seré una persona más saludable, por ahora solo me resta agradecer a quienes han preguntado por mis males y a quienes amorosamente los han tratado para que desaparezcan.

4 comentarios:

Andrea dijo...

Me parece muy conveniente que ya estés mejor. Así puedo hacerte bromas mientras vemos The L Word y no te desgañotas tosiendo... que me sentí culpable y todo! jajajajajajajaja.

Ilichtna Manga dijo...

si, ya me desgañito menos, aunque no creas... de vez en cuando ataca la tos perruna, en todo caso, nos debemos aún 4 capítulos... ¿cuando serán?

P. dijo...

Yo ya acabé... :P

Ilichtna Manga dijo...

nosotras vamos lentas pero seguras...

La sandía y los aguacates

Hace años, cuando fui a visitar a mi hermana a Gotemburgo, me admiré de ver cuantas frutas y verduras eran importadas, en ese tiempo años 80...