26 de julio de 2007

Transporte público




Dirán que soy una desocupada, y pues si, últimamente lo soy y en forma… que horror a la hora de las cuentas me daré golpes de pecho… por ahora comento, que con estas bajas en el presupuesto los tiempos de taxi están casi muertos (claro, yo no dejo los buenos hábitos y si hace frío… menos).

El caso es que hace días me monté en un bus dietético y me acordé de mis amigos x y y que eran unos bacancitos, yo tenía unos 10 años cuando mi mamá me enfundó en la buseta, por la caracas y le dijo al conductor – me la deja en la 63.

Si no es por una señora que estaba pendiente y me dijo, - bájese aquí hubiera llegado a suba/rincón, llegue a casa de los amiguitos y nos fuimos a hacer las compras para los modelos de avión, por los cuales mi mamá me había enfundado en la buseta.

En unicentro el amigo x nos dijo a y y a mi que le diéramos nuestro dinero, le hicimos caso, y con el abrió una cuenta de ahorros en el banco de niños del banco de colombia, “y” que era un man muy previsivo tenía reserva en la billetera y nos regresamos en un bus de 5 pesos por pasajero (años ha por supuesto)

Bueno, pues este bus me recordó ese episodio de mi tierna infancia y me tocó tomarle la foto.

No hay comentarios.:

La sandía y los aguacates

Hace años, cuando fui a visitar a mi hermana a Gotemburgo, me admiré de ver cuantas frutas y verduras eran importadas, en ese tiempo años 80...