2 de julio de 2007

Los matrimonios

No me la creo, me llamó el otro día, mientras almorzaba con la lagartija una de mis compañeritas de la U, a quema ropa me dijo, cuando nunca hablamos, que cual era mi dirección, yo claro, me la pillé de una…- se casa - le dije, y así era, se une en sagrado matrimonio con un cuate el 21 de éste mes.

A mi los matrimonios me encantan, es un hecho, me gusta que las personas se comprometan y que al menos en teoría quieran compartir su vida, para toda la vida con alguien.

No me invitan con frecuencia a esos eventos, pero cuando lo hacen disfruto plenamente, así que claro, ya tuve la discusión de los zapatos puntudos y la pinta de niña, el peinado, las uñas y toda la parafernalia aquella, ya pensé en el regalo y en los otros matrimonios a los que me han invitado… y a los que no.

Empiezo por el primero al que fui, en el que tendría unos 6 años y me la pegué a punta de cunchos de distintos tragos, con mis primos de la misma edad, se casaba un primo que había metido las patas.

Mmm años después una de esas primas con la que tomaba cunchos, me invitó al suyo con una tarjeta hecha por ella y su marido el artista; no pude ir, estaba en Europa, visitando a mi hermana, que luego se casó en ese continente con el vikingo, pero a esa boda tampoco pude ir por exceso de fondos vacíos en la billetera.

El matrimonio más exótico en el que he estado fue el de la hermana de mi prima favorita, lo hicieron en villa de leyva, alquilaron el molino de mesopotamia completo y nos quedamos todos a dormir.

Tremendo rumbón que terminó, con “a quien le importa”, (mmm, entonces no sabía que era lesbiana, pero ahora que lo pienso, desde entonces me gustaba la banda sonora de la mariconada); el marido de esa prima me cae un poco gordo, pero así es este cuento, que ella lo ama y el la ama a ella y ya tienen dos hijos.

A los que no me han invitado a los suyos, les entiendo, por puesto la cosa sale cara, pero bueno, a todos les he deseado paz, amor y buen genio en sus relaciones.

Y a la amiga que me envió invitación de sobre lacrado, le deseo desde aquí una vida feliz y un buen amor de los eternos.

1 comentario:

Andrea dijo...

jajajaja, ese apodo de lagartija no deja de sacarme una carcajada cada vez que lo leo. Igual que la perra piernipeluda.

Pues que sea muy feliz la amiga que se casa con el cuate, no?

Saludos!

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