30 de octubre de 2007

La tarea de matemáticas

Martes por la mañana, justo después de las noticias, suena el teléfono; es la yaya de sábaka que me pregunta cuales son los números mixtos; yo busco en la biblioteca virtual de mi cerebro y decreto que son los que combinan números naturales, negativos y fraccionarios, se lo digo balbuceánte.

Luego me retracto, si mi memoria me engaña podría hacer pasar una vergüenza a su hija de ojos tristes, prometo buscarlo en Internet, googleliaso y lo encuentro, sin números negativos mi definición había sido acertada, me enorgullezco de mi misma y de la profesora Nuria, de la que tantas veces he comentado (Nazis y suenan, las campanas, suenan las campanas, ding, dang dong… son de los recuerdos más vividos).

Sale el novio del compañerito, mientras en la cocina preparo el remedio de limpiar el páncreas, abre el guapo la puerta y yo saludo y sonrío de buenos días, me comenta de su gripa, la mujer de la oficina estornuda en su rincón en ese preciso instante y pienso en la cantidad de gente que sufre de ese mal por estos días.

Me siento protegida ante cualquier virus... ¿y si es la guerra química?, ¡con el tratamiento de mi madre seré inmune a cualquier enfermedad!, me curo de la posibilidad de cáncer en éste caso, medicina preventiva, que llaman las eps.

“The scientist” de coolplay suena de fondo y mientras me tomo el remedio, pienso en todo lo que las ciencias, las artes y las ideas de las personas en diversos puntos, han transformado el mundo.

Los remedios de mi madre, en un tiempo hacían ir a las personas a la hoguera, por brujas, al igual que ser lesbiana o que profesar una religión distinta a la de la cruz; vuelvo a sonreír, yo en mi propia persona, soy la prueba de que el mundo se transforma.

Los números igual que el mundo, pueden ser transformados; diversos o en su nombre matemático: mixtos.

… me voy a sacar a sat.

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