14 de marzo de 2008

Prendas de vestir

Pienso cuidadosamente que ropa usar en mis cumpleaños, es un ritual que siempre ocurre, en el que durante días pienso que será lo que mejor se vea la noche de la fiesta, no me hago un desfile de modas, como hacen mi madre o mi hermana, simplemente pienso en cuan confortable resulta esta pieza o aquella y a la hora de vestirme veo que tal me sientan.

El año pasado me dijeron que me había disfrazado de niña por lucir mi traje de lentejuelas, único en su especie traído de la tierra donde las mujeres gordas somos el objeto del deseo, terminó en el cuerpo de un hoy esbelto caballero, que me regaló un negro tocando tambores, que reposa en la baranda, lo hizo la noche en que por anfitriona, le cedí mi vestido de lentejuelas.

Entonces pensé que era un buen subjet para post de hoy, hablar de las prendas de vestir que nos agradan, el semi saquito de cuadros, la chaqueta gris o las medias blancas; en esas llamó la del corto a decirme que pasaba a dejarme la camisa; por el msn habíamos hablado en estos días del tema de devolverme la camisa, claro yo no le creí, tantos años de prestada.

Pero aquí está, ya la tengo en mis manos, ya la olí, ya hasta pensé en ponérmela ésta noche; la camisa azul es nada más y nada menos que la camisa que tenía puesta cuando… y sonríe australiana, porque de ti hablaré para decir que uno de los mejores polvos de mi vida lo tuve contigo un día en que para la buena suerte, me puse esa camisa; lunes, según recuerdo, con tu brasier colgado de la lámpara negra en el comedor... tiempos aquellos de la camisa azul, sonrío y espero que la mona también cuando lea estas confesiones tardías (ah, con ella he estado en la cocina…).

Bueno, pues para redondear el cuento, que 8:30 es hora de bañarme para arrancar el foforro, la camisa azul me la regaló mi madre en un cumpleaños de hace muchos años, esa y una color crema que pereció hace tiempos; hoy me pondré otra, una de cuadraditos estilizados … como las mentes de algunos, diría mi profe calvo.

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