25 de julio de 2010

el viaje a gorgona

Cuando niña quería ser abogada, sentía una admiración profunda por la madre de mis hermanos menores, así que me parecía lo máximo defender los derechos de las personas trabajadoras, pero eso cambió en el viaje que hice con mi padre solos los dos, a Gorgona... donde conocí a la comunicadora social mas bonita del mundo y quise ser como ella, para viajar.
En ese viaje, jugué ajedrez con el hermano de un campeón de ese deporte y aprendí a bailar salsa con un caleño... recordé ese viaje ésta noche, por esta canción, que me encanta...



y dejo aquí otra canción más, de ésta me costó recordar su nombre, pero quisé ponerla en el post revolucionario.



Con respecto a este tema, mi madre suele decirme que el amor de la madre hace a los hijos valientes y recuerdo a mi hermana, sobre poniéndose a su miedo por los perros para que mi sobrina, no les tuviese miedo... porque así, sentiría mas aprecio por esos animales que ella... yo de mi madre aprendí por mi lado y gracias a "la gallina ciega" que es bueno no temerle a la oscuridad... se llega más lejos, sin miedo.

Y mira... no hablé de los cangrejitos en la playa.

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La sandía y los aguacates

Hace años, cuando fui a visitar a mi hermana a Gotemburgo, me admiré de ver cuantas frutas y verduras eran importadas, en ese tiempo años 80...