7 de julio de 2010

cinco mujeres, una perra y cinco días de descanso

hace mas o menos 5 annos mi madre compró una finquita en el municipio boyacence donde vio por primera vez la luz, desde entonces hasta hoy ha habido varios cambios en ella, recuerdo por ejemplo cuando la cocina era un  hueco negro insospechado y  cuando la caballeriza era apenas un ranchito de medio guarecer la cosecha de papa.

hoy ambas cosas han cambiado sustancialmente; y eso me hace pensar que todo tiempo futuro será mejor, estuvimos allí desde el Jueves pasado, mi madre, mis tías la mayor y la favorita, chu y yo y fue un buen descanso, chu y yo dormimos en nuestra nueva cama a la que le compramos un colchón saliendo de la ciudad, mis tías compartieron la cama de mi hermana y mi madre como siempre la pasó en su cuartito del centro.

chu mostró sus dotes dejando libre de pasto todo el rededor de la casa, un plan en el que la afilió mi tia la mayor y en el que se pasó mas o menos 3 días, yo fui toda una zangana que solo despertó para hacer la cena un día y para lavar la loza e ir al pueblo de vez en cuando, literalmente me la pasé durmiendo la mayor parte del tiempo, pero es tan bueno ese descanso, el gusto de dormir  a mis anchas, sin presiones es uno de los mayores placeres que me da Laural.

así que fueron cinco días muy felices con Sat a bordo y todo y con la presencia feliz de mi familia de mujeres... a  continuación... un videito.

No hay comentarios.:

La sandía y los aguacates

Hace años, cuando fui a visitar a mi hermana a Gotemburgo, me admiré de ver cuantas frutas y verduras eran importadas, en ese tiempo años 80...