1 de agosto de 2009

de la rumba y el chisme

Y claro, después de una semana llena de trabajo siempre viene bien un descanso, me lo dí anoche en el cumple del edil, para lo que hay que decir que siempre, por una otra razón en las fiestas de los y las políticas siempre la paso bombi y esta no fue excepción.
Retocé de sábado como hace tiempos no me lo daba, que delicia; la semana pasada andaba por Guatavita con unos extranjeros, con quienes por cierto conocí el salto del ángel y re visite Andrés a donde no iba a rumbear desde los tiempos universitarios, regio eso.
Pasando a temas más serios, anoche me encontré con la lagartija en una buseta, fue extraño eso, me dejó pensando cómo hay gente con la que te has llevado muy bien y de repente dejas de hablar porque se rompe un límite imaginario, hola, hola y ya no más comentarios.
Dicen que somos dueños de lo que callamos y esclavos de lo que decimos, yo suelo ser bastante boqui floja, algo que tiene que ver con mi vocación comunicativa, nunca hablo por hablar, todo siempre tiene un propósito.
Como recordar a la gente ausente que puede ser conocida de, para tender puentes de amistad por ejemplo o el sagrado derecho al chisme, que para mi es comentar hechos ciertos de terceros y terceras con las y los parces.
Lo cierto es que siempre respondo por mis palabras, aunque en este punto resalto que nadie tiene derecho a decirme que comentar o con quien puedo hablar, no lo admito, ese es mi limite imaginario.
Me llama el compa universitario para que pase por su casa a tomar wiskeys, para cumplir con el sagrado derecho que comentar de terceros… medio me dan ganas, pero me las aguanto y me quedo en casa, aún sin tele, viendo la lámpara del techo y sabiendo que viene siendo hora de tender la cama y reacomodarme para dormir.
Mañana cine con mi roncito.

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down town abbey en tarde lluviosa de sábado

Hace raaato no me daba una tarde de sábado como la de hoy, con ginger y papitas de paquete, me he vuelto más juiciosa para comer, sobre todo...