22 de agosto de 2010

domingo en la mañana

y ya son las 10:24, ayer me pasé el día cambiando de cuarto, por aquello de que los chicos necesitan espacio, así que he vuelto a mi habitación de la infancia, mi conversación con G a cerca del apto terminó con algo de llanto, abrazo y la promesa de que no me voy a ir en un tiempo... ella no quiere que me vaya y lo cierto es que yo tampoco quiero irme a tener una mala vida, y aquí vivo bien y contenta, haremos un nuevo arreglo en el que ella se haga cargo de sus cosas, así que mi economía mejorará un poco... anoche dormí aquí por primera vez y recordé los tiempos en que los vendedores de periódico gritaban: tiempo, espectadooooor.... ayer fuimos también a la feria del libro, donde le regalamos entre las dos a la mamá una trilogía de elfos y otros bichos fantásticos, nos vimos con r a quien no veíamos desde egipto y fue chevere... ver que compartimos nuestros mismos gustos... aún.

como pasa el tiempo, que se me ven tan lindas las canas... bueno, me daré un motoso antes de arreglar los cajones que están todos revolcados y de ponerle puesto a las cosas, ahora en un espacio más reducido, es día festivo y estoy feliz.

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La sandía y los aguacates

Hace años, cuando fui a visitar a mi hermana a Gotemburgo, me admiré de ver cuantas frutas y verduras eran importadas, en ese tiempo años 80...