11 de agosto de 2010

a propósito de los 200 años de la independencia

Bolívar era mi héroe de la infancia, lo recuerdo en las series de los domingos, revivamos nuestra historia. Y lo pienso en la quinta de arriba de los Andes y de Santa Marta en la casa donde murió, en el libro de García Márquez, en la peli de JA, con mi madre y mi hermana, del colegio, que era eso lo que estudiaba en la clases de historia de esos años, menos de 10 en esa foto, del M con la espada y todo eso que vi impactada en el periódico de no sé que año y que los convirtió a mis ojos en los paladines justos de las mejores causas... años después he escuchado historias sobre quienes la tomaron y lo que sucedió con ella; he visto a su actor en el parque, apenas unos días antes de su muerte y me he deleitado con el vecino y su  fosa... y su discurso bolivariano y sus notas de agravio, (nota mental: en venezuela tengo que ir a la casa que lo vio nacer).
Pensaba el sábado, día de la posesión que vino el príncipe a la posesión del santos y sí su antesesor lo hubiera hecho 200 años antes, no habría habido independencia...
Los indígenas han sido los más afectados en todo el tema desde entonces, hasta hoy, por ello se reunieron poco antes de la celebración del 20 del mes pasado para quejarse, por que se celebrase lo de los 200 y la única conmoción causada fue tristemente el tráfico de la tarde un poco más pesado que de costumbre.
Bonito si me pareció y lo admiro la posesión anticipada en la sierra nevada, ya veremos que pasa en éstos 4 años.
Por lo pronto, me voy a la calle, a pasear a sat.

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