25 de octubre de 2010

la triste historia del chaleco

y si, por ahora, es ésta una triste historia, se inició una mañana de sábado en la que aún estaba en el colegio, vino L a visitar a mi madre, que por esos días no estaba en casa, yo entonces le hice la visita pues L es una mujer campesina que vive en Turmequé y siempre ha tenido una relación cercana con mi familia, me invitó a visitarla y hablamos de plantas y animales, lo que me antojó de ovejas, ella me dijo cuanto costaban y como me pareció un buen precio, le dije que tuvieramos una en compañía, eso significa que yo la pago y ella, la cuida, así pasaron varios años hasta que un día ya no hubo pasto y hubo que vender, ya no era una, eran 4 por lo que me pareció muy buen negocio, que había empezado con mis ganas de mandarme a hacer un chaleco con la lana de mi primera oveja.

eso hasta hoy no ha sucedido, primero porque la primera lana se la regalé a mi mamá y luego porque a toda la familia le di regalos de lana y hoy, porque después de las duras y las maduras, al fin había sido hecho el chaleco, pero oh sorpresa, me quedó chico, pues el forro quedó mal hecho, así las cosas, paciencia y un nuevo corte a ver si al fin me queda la prenda.

por ahora me resigno, pero no tanto, porque después de haber esperado tanto, ahora quiero que sea perfecto, entonces, por eso ésta es la triste historia del chaleco... por ahora.

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